Casi
un tercio (27%) de los cheques de odontólogos emitidos desde 2008 no se
utilizaron, según datos publicados el lunes 20 de marzo por Jornal de
Noticias. De
los 4,3 millones de cupones lanzados en los últimos ocho años en el
marco del Programa Nacional de Promoción de la Salud Oral, hubo 1.14
millones que eventualmente se desperdiciaron.
Citado
por el periódico, el presidente de la Orden de Dentistas, Orlando
Monteiro da Silva, dijo que es una lástima que los controles no se
aprovechen al máximo, haciendo hincapié en que existe la necesidad, pero
no siempre se convierte en demanda. Los
cheques dentales se pueden usar en clínicas privadas o clínicas, y no
hay restricciones en el área de residencia del usuario. Las
mujeres embarazadas, las personas mayores que reciben el suplemento
solidario y los niños y jóvenes menores de 16 años son los principales
beneficiarios de esta medida, que hace un año se amplió a 18 años si ya
habían sido usuarios. Según
los datos proporcionados por la Dental Physicians Association, el 69%
de los beneficiarios durante el año pasado fueron niños y jóvenes,
mientras que las mujeres embarazadas representaron el 19% del total de
más de 544,000 cheques de dentista emitidos en 2016.
* * *
La realidad de los hechos revela la política de salud oral de los gobiernos en Portugal. Al
ahorrar 1,140,000 damas, los gobiernos en los últimos años han ahorrado
decenas de millones de euros a expensas de la salud oral de los niños y
adolescentes portugueses. Un
crimen aberrante y atroz que refleja el interés real del gobierno y la
Dirección General de Salud en la promoción efectiva de la salud oral
verdadera para todos los niños y adolescentes en Portugal al restar más
de un millón de damas.
La
pregunta es simple: cuántos hijos y nietos de todos los ministros que
pasaron por el Ministerio de Salud y Educación, miembros del Parlamento o
altos funcionarios de la Dirección General de Salud en los últimos diez
años no tuvieron acceso a la atención médica oral ? Los niños y jóvenes sin derechos son los primeros en sentir el desprecio que los gobiernos tienen por la salud oral. Si los gobernantes tuvieran algún interés, se habrían utilizado todos los cheques del dentista; lamentablemente este no es el interés del gobierno o la Dirección General de Salud.