viernes, 16 de marzo de 2012

498. Portugal, un país sin futuro

La filmación de partido de fútbol amistoso entre los equipos de Portugal y España en la promoción de la implementación de la aplicación Ibérica Mundial de Fútbol de 2018, es una inyección adicional infligido ideológica en la sociedad por una burguesía portuguesa afecta el sistema político, que obtuvo las bendiciones para mantenerse y viven de la explotación de las clases medias y pobres, que constituyen la inmensa mayoría de su población.
Es incomprensible que un país en dirección a la quiebra y la bancarrota económica, insistir en la promoción de actuaciones deplorables de 22 personas persiguiendo una pelota, con la participación en las sumas del orden de varios millones de euros, cuando cientos de miles de niños y adolescentes no tendrá ninguna posibilidad de una adecuada acompañamientos primaria de la salud, y en particular la posibilidad de tener acceso a la salud oral adecuada.
Es muy lamentable que el poder político (Gobierno, Parlamento y el Presidente de la República) olvidar la violación sistemática de los derechos de los niños y no hacer nada para cambiar el estado de la salud bucal en Portugal, prefiriendo gastar decenas de miles de millones de euros en inútiles y cuidando que no sobre el sufrimiento de personas inocentes y necesitados.
Es muy lamentable que, en esos momentos, las organizaciones dedicadas a la medicina oral en nuestro país no hacen nada para denunciar la situación, tanto en Portugal como en el extranjero, incluida la propia FIFA, que prefieren mantener todo igual y mostrando una mentalidad de un país atrasado país sin ningún interés en contribuir a dar una solución al problema de la medicina oral en Portugal.
Es muy lamentable que no hay casi ninguna promoción en Portugal como parte de la investigación científica en la lucha contra las enfermedades orales.
Es muy lamentable que los intereses económicos son mayores que los intereses de la salud de los niños, niñas y adolescentes.
Portugal es realmente un país sin futuro para las generaciones venideras; 700.000 portugueses emigraron en los últimos 10 años.

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