Durante cinco años, una clínica en la ciudad de Oporto inventado inventado consultas y emitió facturas falsas que fueron reembolsados por ADSE. El fraude fue de alrededor de 200 000 euros. La fiscalía ha acusado a 63 ex empleados del SMAS y los dueños de la clínica.
Además de que el fraude, según los fiscales la acusación, ayer avanzada por el diario Público, llega a casi 200 000 euros, son los dueños de la Clínica Dental San Ildefonso, Oporto - Felisberto Horácio, dentista y su esposa, Julieta Monteiro, que fue gestión de la empresa. Ambos están acusados de fraude y falsificación de documentos clasificados. En la lista de los acusados son también 63 ex funcionarios de Servicios Municipales de Agua y Saneamiento (SMAS) en la ciudad de Oporto, y por los delitos presuntamente cómplices de la estrategia presentada por los propietarios de la clínica.
Según los fiscales, el plan consistía en la emisión de recibos falsos a favor de la clínica. A través de la aprobación de las cuentas de los ex-SMAS Porto, en la actualidad la Empresa de Agua de la Ciudad de Oporto, ADSE pagó casi 200 000 euros en acciones, por el apoyo y la protección social de los empleados y agentes del gobierno. La fiscalía considera que existen pruebas de que en algunos casos, no los empleados del SMAS incluso hayan sido clientes de la unidad de salud y, curiosamente, los ingresos de los tratamientos apareció en nombre de sus parientes o compañeros de trabajo.
En otras situaciones, sin embargo, los investigadores han concluido que el valor de los ingresos habían sido de manera fraudulenta planteado con el único propósito de servir a los reembolsos, con frecuencia a actos médicos jamás cometido. Algunas veces estos valores funcionaba como una especie de cuenta corriente para pagar los tratamientos a los dientes que eran en realidad llevado a cabo.
Todo el mundo ganaba dinero: los administradores de la clínica recibido financiación de la asistencia sanitaria nunca ha facilitado y el personal del SMAS anterior (o familia) no pagan nada cuando había necesidad de ningún tratamiento médico. Las instalaciones eran tales que el tema salió de boca en boca y se hizo conocido en la empresa. Por otra parte, los directivos de la Clínica Dental de San Ildefonso, trató de establecer relaciones de amistad y confianza con los clientes potenciales, lo que facilita, incluido el pago de los servicios no prestados a los amigos y la familia.
El objetivo era doble: en primer lugar, para aumentar las ganancias y, por otra, aumentar considerablemente el número de clientes ya que, por el período de referencia (2001-2005) muchos de ellos fueron a la clínica, ya que eran empleados de SMAS anterior y sabe de antemano que nada pagan por el cuidado médico hecho. Hecho cotejaron los datos y el número excesivo de los ingresos, algunos de ellos rotos por un antiguo empleado del SMAS (que, en un mes, llegó a recibir el reembolso de ADSE más que el sueldo pagado por el ex SMAS) los investigadores concluyeron que el acusados mantiene un plan de cooperación para el enriquecimiento ilícito de los miembros de la sociedad que debían haberse presentado en valores en efectivo entregados por ADSE.
Además de que el fraude, según los fiscales la acusación, ayer avanzada por el diario Público, llega a casi 200 000 euros, son los dueños de la Clínica Dental San Ildefonso, Oporto - Felisberto Horácio, dentista y su esposa, Julieta Monteiro, que fue gestión de la empresa. Ambos están acusados de fraude y falsificación de documentos clasificados. En la lista de los acusados son también 63 ex funcionarios de Servicios Municipales de Agua y Saneamiento (SMAS) en la ciudad de Oporto, y por los delitos presuntamente cómplices de la estrategia presentada por los propietarios de la clínica.
Según los fiscales, el plan consistía en la emisión de recibos falsos a favor de la clínica. A través de la aprobación de las cuentas de los ex-SMAS Porto, en la actualidad la Empresa de Agua de la Ciudad de Oporto, ADSE pagó casi 200 000 euros en acciones, por el apoyo y la protección social de los empleados y agentes del gobierno. La fiscalía considera que existen pruebas de que en algunos casos, no los empleados del SMAS incluso hayan sido clientes de la unidad de salud y, curiosamente, los ingresos de los tratamientos apareció en nombre de sus parientes o compañeros de trabajo.
En otras situaciones, sin embargo, los investigadores han concluido que el valor de los ingresos habían sido de manera fraudulenta planteado con el único propósito de servir a los reembolsos, con frecuencia a actos médicos jamás cometido. Algunas veces estos valores funcionaba como una especie de cuenta corriente para pagar los tratamientos a los dientes que eran en realidad llevado a cabo.
Todo el mundo ganaba dinero: los administradores de la clínica recibido financiación de la asistencia sanitaria nunca ha facilitado y el personal del SMAS anterior (o familia) no pagan nada cuando había necesidad de ningún tratamiento médico. Las instalaciones eran tales que el tema salió de boca en boca y se hizo conocido en la empresa. Por otra parte, los directivos de la Clínica Dental de San Ildefonso, trató de establecer relaciones de amistad y confianza con los clientes potenciales, lo que facilita, incluido el pago de los servicios no prestados a los amigos y la familia.
El objetivo era doble: en primer lugar, para aumentar las ganancias y, por otra, aumentar considerablemente el número de clientes ya que, por el período de referencia (2001-2005) muchos de ellos fueron a la clínica, ya que eran empleados de SMAS anterior y sabe de antemano que nada pagan por el cuidado médico hecho. Hecho cotejaron los datos y el número excesivo de los ingresos, algunos de ellos rotos por un antiguo empleado del SMAS (que, en un mes, llegó a recibir el reembolso de ADSE más que el sueldo pagado por el ex SMAS) los investigadores concluyeron que el acusados mantiene un plan de cooperación para el enriquecimiento ilícito de los miembros de la sociedad que debían haberse presentado en valores en efectivo entregados por ADSE.
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